Las últimas y sorprendentes noticias que nos llegan de Norteamérica y de Bruselas nos confirman nuestros deseos más íntimos, esos que no siempre estamos dispuestos a expresar: estamos ya muy cerca de la Paz.
La iniciativa parece ser que ha partido del presidente de EEUU que esta misma mañana ha declarado en una extraordinaria rueda de prensa que está dispuesto a negociar con el camarada Putin la retirada de las fuerzas de la OTAN de los países limítrofes con Rusia.
“El motivo –ha declarado-, no es un cambio de estrategia ante la ineficacia del acoso militar fronterizo al país enemigo; sino los problemas de conciencia que tengo los domingos para comulgar ante las horrorosas imágenes de sufrimiento de los pobres ucranianos cuando me golpeo el pecho y repito obsesivamente “mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa…”
Pero también Stoltenberg y los máximos dirigentes de la OTAN se han solidarizado con los escrúpulos psicológicos de su presidente declarando que ya han “colocado” suficientes armas de las empresas que patrocinan y están dispuestos a buscar nuevos mercados que no sean ni blancos ni cristianos.
Por último, un Borrell emocionado y una Ursula von der Leyen radiante han aplaudido estas declaraciones y están dispuestos a dar un giro estratégico a la intervención de la Comunidad Europea en países extranjeros, renunciando al expolio y la recolonización para iniciar una nueva era de cooperación solidaria.
Juzguen ustedes mismos si no estamos razonablemente sorprendidos, y hasta diría que emocionados, ante la nueva perspectiva que se abre: Una etapa global de cooperación solidaria y PAZ UNIVERSAL.
(PD para críticos reticentes: ¿Es que sólo nos vamos a creer las malas noticias?)